Ante esto ¿qué solución buscar? Lo primero en lo que pensamos en la mayoría de ocasiones es en un cubo de agua típico de 15L, de plástico azul y asa metálica. Pero acto seguido pensamos en lo poco que le duraría a nuestro peludo en un arranque de aburrimiento o lo fácil que sería para él volcarlo.
La solución más común a la que se suele llegar es al reaprovechamiento de las ollas viejas, tienen la ventaja de ser de acero inoxidable (o material similar), pero esto suele tener otro problema ¿como las sujetamos?
Lo más higiénico y funcional termina siendo hacerse con unos cubos metálicos de acero pulido. Ojo, es importante que sea con una terminación pulida o terminaremos teniendo problemas con el agua en reposo. Podemos sujetarlos a cualquier soporte con los ganchos incorporados o directamente desde el asa que se encuentra convenientemente reforzada. Ninguno de los acabados es cortante, pues están especialmente preparados para nuestras mascotas.
Podemos encontrar distintas tiendas por internet donde los venden, por ejemplo a muy buen precio en Armeria Carlos.
Esperamos que si los probáis nos contéis que tal os han funcionado con vuestros compañeros de cuatro patas ;)