Campo de Agility |
Básicamente, una carrera de agility
consiste en un circuito formado por un determinado número de obstáculos
enlazados de forma aleatoria y con la
suficiente dificultad para que el perro no pueda completarlo sin su dueño
compitiendo contrarreloj.
EL RECORRIDO
En
una competición de agility existen dos tipos diferentes de recorridos: el
jumping, y el completo. La diferencia entre ambos está en el tipo de obstáculos
que se emplean:
- En
el recorrido jumping sólo se utilizan saltos, túneles y slalom.
- En el recorrido completo (agility estándar) se emplean, además la pasarela, la empalizada y el balancín.
Tanto
para el recorrido tipo jumping como para el tipo completo, los obstáculos
tienen asignado un orden establecido por el juez de la prueba quien decide el
diseño del trazado limitado únicamente por las dimensiones del terreno de
competición, que suele ser un rectángulo de 30 x 40 metros.
Los
participantes, hasta el momento de la competición, desconocen cuál va a ser el
trazado sobre el que tendrán que guiar a su perro, y disponen de 7 minutos,
previos al comienzo de la competición, para reconocer y memorizar el orden de
paso de los obstáculos para poder guiar al perro. La coordinación guía – perro
es lo que más influye sobre el resultado
final de la prueba.
Una
vez terminado el reconocimiento, empieza la competición. Dentro del recinto, el
perro tiene que ir suelto siguiendo las indicaciones de su dueño que será quien
se encargue de guiarlo, acompañándole a la carrera durante todo el circuito. El
guía emplea órdenes verbales y gestos que son las que le permiten indicar al
animal cuál es el recorrido de la carrera. Si hay contacto alguno con el perro
los participantes son eliminados y si se toca algún obstáculo se penaliza
añadiendo tiempo al conseguido contrarreloj. Si el participante se equivoca de
orden establecido, queda eliminado.
Los
trazados establecidos por el juez tienen diferente grado de dificultad en
función del nivel en el que se encuentren los participantes (Es posible competir en Grado I, Grado II o Grado III). La
mayor o menos dificultad se consigue creando un circuito con giros más o menos
pronunciados, o bien acumulando en un corto espacio de terreno diferentes tipos
de obstáculos de las que sólo uno será el apropiado. En cualquier caso, sin la
correcta intervención del guía, el perro sería incapaz de terminar un
recorrido.
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